El Ajedrez en Sherlock Holmes
El ajedrez en Sherlock Holmes
En Londres, en la dirección Baker Street 211B, reside Sherlock Holmes, el detective más popular de la literatura. Creado por el escritor Sir. Arthur Conan Doyle a finales del siglo XIX, el detective se caracteriza por su gran inteligencia y su hábil razonamiento deductivo, capaz de resolver hasta los crímenes más extraños. Otro rasgo particular de Holmes como símbolo de su inteligencia es su estrecha relación con el juego de ajedrez. Podemos apreciar este vínculo, por ejemplo, en El fabricante de colores retirado de Arthur Conan Doyle, donde el asesino y la víctima eran a menudo contrincantes. En el cine, Sherlock también se vio envuelto en varios casos. Algunas de las películas que protagonizó nuestro detective son: Sherlock Holmes enfrenta a la muerte de 1943, La garra escarlata de 1944, El sabueso de los Baskerville de 1959 y más reciente Sherlock Holmes: Juego de sombras del 2012. En este último film, el detective debe resolver el caso de un príncipe que aparece muerto antes de heredar el trono de Austria. El crimen se resuelve al final de la película, mientras Holmes disputa una partida de ajedrez con Moriarty, el eterno enemigo de Sherlock. En la película, Holmes conduce las piezas negras y cede uno de su trebejos más importantes por un ataque decisivo que le otorgue la victoria. Moriarty, ingenuo, acepta la ofrenda y le responde al detective que "la partida ya terminó, que no hay nada más que hacer". Pero Holmes demuestra ser más inteligente que su rival y gana el encuentro con una brillante combinación de jugadas. Esta partida está basada en un match de 1966 entre Bent Larsen y Tigran Petrosian, dos de los mejores ajedrecistas de la época. Finalmente, en el caso de Sherlock Holmes: Juego de sombras, el ajedrez sirve como metáfora de la resolución del crimen y simboliza la supremacía intelectual de nuestro héroe ante su rival Moriarty.
Manuel Magnifico
Sherlock Holmes y Moriarty en la película Sherlock Holmes: Juego de sombras.
Manuel Magnifico
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